En Pinares de Mayarí coinciden
historia y naturaleza, minería y pinos, rojo y verde. Sometido a más de un
siglo de explotación minera y recuperación de los bosques. Podremos encontrar
los Planos Inclinados, esa obra maestra de la ingeniería cubana Monumento
Nacional, el Salto del Guayabo, senderos, orquideario, animales y plantas exóticas,
estaciones científicas, la Villa Pinares de Mayarí y por encima de todo, La Mensura,
a 1000 metros de altura.
El Altiplano de Nipe, más
conocido simplemente como Pinares de Mayarí, constituye el extremo occidental de
las Sierras de NIPE – Sagua – Baracoa, al norte de la región oriental. Colinda
con el grupo orográfico Alturas de Maniabón en la llanura de Nipe. Su punto más
elevado es La Mensura, con 995 msnm, el cual le da nombre al homónimo Parque Nacional .
La Meseta de Pinares de Mayarí se
encuentra a unos 10 km de la Ciudad de Mayarí, subiendo por la elevación
conocida como Loma de la Bandera.
A pesar de no estar asfaltado el
camino, es una carretera de tierra en buenas condiciones y hormigón en los
tramos más inclinados, teniendo en cuenta el pasado minero del territorio. Según
la historia, el ascenso no siempre fue seguro como lo es hoy en día, anteriormente
el camino era estrecho y peligroso, por lo que el tráfico se regulaba con una
bandera roja, lo cual significaba que había un vehículo utilizando el camino,
de ahí Loma de la Bandera.
Ya entrados en la meseta y
después de pasar el molesto Control de Acceso, la primera parada es el Salto
del Guayabo al cual dedicaré un tiempo en otra entrada de este blog.
Se suele tener la errónea idea
que en el Salto del Guayabo está la Villa Pinares de Mayarí y sus habitaciones
son waterfall view.
Esto por supuesto fue generado por una promoción donde se difuminaban
fotos de ambos lugares, sugiriendo dicha idea. En realidad los separan 12 km.
A los
pies y sur del Cerro de la Mensura se encuentra la villa Pinares de Mayarí,
perteneciente al Grupo Gaviota.
El ascenso a la cima de La
Mensura se realiza por un serpenteante camino el cual nos obliga a recorrer una
mayor distancia, pero mejora considerablemente la pendiente, que de otra manera
sería más inclinado y difícil.
Las vistas en el trayecto son
impresionantes.
Llegar a la cima de una elevación
siempre da sensación de premio, de logar un objetivo por el que has
trabajado mucho, por el esfuerzo que valió la pena. Sentir el aire golpeando tu
rostro cubierto de sudor, mezclado con la ligera sensación de vértigo, muy
sutil, que provoca estar a semejante altura, además tu cerebro siendo
bombardeado por las maravillosas vistas que mi modesta Canon PowerShot A490 y
yo somos incapaces de transmitir en fotografías, generan una inyección de
adrenalina, sana y vigorosa, lo cual dispara el misterioso mecanismo en nuestra
memoria, de solo quedarnos con las cosas lindas que suceden, lo cual nos
mantiene realizando estos viajes.
Pinares de mayarí, vista desde la
Mensura, al fondo la bahía de Nipe, Bahía de bolsa más grande de Cuba y una de
las mayores del mundo con 200 km cuadrados de superficie, se puede ver la
ciudad de Antilla, distante a unos 40 km, y las líneas del ferrocarril que
cruzan las aguas de la bahía.
Pinares de Mayarí, vista desde la Mensura, a la derecha y al fondo,
Bahía de Nipe, a la izquierda Embalse de Nipe, face to face.
Pinares de Mayarí, vista desde la
Mensura, en segundo plano la Bahía de Nipe y la Península del Ramón, en
Antilla. Al fondo, la Bahía de Banes, a unos 45 km de distancia.
A unos 600 metros al sur de la
Villa podemos encontrar una laguna de aguas muy frías, digna de una historia
de Hitchcock. Si ha llovido, durante el camino hay que vencer algunos obstáculos.
A pesar de tener un lecho muy
resbaladizo, es magnífica para dar unas brazadas acompañadas de un buen trago
de ron, para mantener cálida la situación. La vista es peculiar, debido a que
el pequeño lago está rodeado de árboles, en su mayoría pinos, es poco probable
encontrar semejante paisaje en Cuba.
En Pinares de Mayarí hay varias
lagunas como esta, probablemente formadas producto de la actividad minera y la
acumulación de las aguas de lluvia, muy frecuentes en este lugar.
Cerca del camino, 1 km antes de
la Villa se encuentra la Academia del Citma.
La academia consta de una
estación biológica, sismológica, meteorológica, un pequeño sendero a través de
diferentes ecosistemas y a inicio de dicho sendero, un orquideario. Estas
instalaciones, de peculiar estilo constructivo en cabañas de madera, son
utilizadas por científicos en sus investigaciones.
Además se puede observar la
exótica Flor de Holguín, la cual es solo la pequeñita del centro, los supuestos
pétales rojos no son más que hojas con un color diferente, de un rojo muy
intenso, artilugio que le sirve para atraer insectos que faciliten la
polinización de las flores.
Espero les haya gustado este
maravilloso paraje de Pinares de Mayarí y en cuanto tengan la oportunidad lo visiten
y luego nos cuenten sus experiencias. En próximas entradas
seguiremos hablando de Pinares de Mayarí y sus impresionantes lugares, como el
Salto del Guayabo, un símbolo de la Serranía Holguinera.
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