Paradisíaco lugar rodeado de
montañas, de muy difícil acceso, golpeado por la migración de la loma al llano
y bendecido por un paisaje exuberante, verde y lleno de sorpresas como los
líquenes y las orquídeas.
La comunidad La Platica se
encuentra en la vía para ascender el Pico Turquino (1974 msnm) por el Alto del
Naranjo (950 msnm), en las inmediaciones del poblado Santo Domingo, en el
municipio Bartolomé Masó, provincia Granma, forma parte de la división territorial
con la provincia de Santiago de Cuba. Muy cerca se encuentra el Campamento de
la Plata, donde radicó la Comandancia de la columna 1 del Ejército Rebelde, al
mando de Fidel, el cual es un atractivo para visitantes nacionales y foráneos.
Para acceder al Alto del Naranjo
desde Santo Domingo hay que subir por una de las carreteras más inclinadas de
Cuba.
Este ascenso es de unos 5 km y se
puede realizar a pie, aunque es muy agotador, también se puede hacer botella en
los 4x4, con capacidad para 11 personas, que llevan a los turistas extranjeros
al Alto. Para esta última opción hay que preguntar e informarse bien si van a
subir, que capacidad disponible tiene el carro y la hora, además de tener
bastante paciencia para esperar su oportunidad. Tuvimos el placer de compartir
el carro con unos pioneritos que no siempre tienen la suerte de agarrar botella
y tienen que subir y bajar la loma para ir a la escuela diariamente.
Luego del Alto del Naranjo se
sigue el sendero del Pico Turquino y a menos de 1 km se encuentra el sendero de
La Platica, no sin antes pasar por el acceso al Pico Mella (1000 msnm).
La comunidad está compuesta por
unas 10 casas, una tienda, un campamento de Flora y Fauna, una sala de video,
un pequeño grupo electrógeno y una mini hidroeléctrica. Yo tengo una relación
especial con las hidroeléctricas, no sé por qué, pero me llaman mucho la
atención. Su funcionamiento ingenioso me embelesa y además el aporte en la
calidad de vida de los lugares apartados es significativo.
He visto de muchos tipos, desde nuevas
y flamantes, para grandes comunidades con muchas casas, hasta viejas y
destartaladas alimentadas con mangueras de regadíos llenas de salideros, para
una o dos casas.
Pero siempre hay algo nuevo que
se aprende. Ésta en particular, tiene una represa en un pequeño arrollo,práctica
común para almacenar agua suficiente que mantenga un flujo constante en el
tiempo, que este caso es de unas 4 horas. El agua es conducida loma abajo por
unos 600 metros de tubería, hasta una turbina que mueve un generador eléctrico
y “voilá” tenemos energía eléctrica. Generalmente
las personas que trabajan atendiendo las “mini”, son muy comprometidas con su
gente y su comunidad. Son líderes y están siempre dispuestos a ayudar a los vecinos
y por supuesto, a los visitantes. Cerca de la mini se encuentra la poza con
cascada que siempre es muy bien apreciada por los caminantes. La temperatura
del agua es capaz de aliviar los dolores musculares propios de la marcha.
Rosando la hipotermia, disfrutamos del baño en la curiosa piscina, extraña
formación en plena montaña.
El campamento de Flora y Fauna es
el paraíso que todo mochilero sueña encontrar en su ruta, como los que Robert
Redford utiliza en el Sendero Apalache (AppalachianTrail) en la película “A walk in the woods”. Lugar para el descanso y alojamiento de investigadores y
caminantes que lo necesiten.
La zona de hospedaje está
separada de la cocina-comedor-área de estar por un pasillo de madera con
barandas, rodeado de árboles frutales. Están soportados por fuertes pilotes de
madera que salvan la pendiente del terreno en que está enclavado y le confiere
características de mirador, desde donde se puede disfrutar de una magnífica
vista de la comunidad.
Además de descansar bajo techo y
sobre una cama (de las cosas triviales que se aprenden a valorar en un viaje de
senderismo) es posible cocinar y recibir la ayuda de los trabajadores de Flora
y Fauna, que gentilmente nos la brindan.
Otra sorpresa de La Platica es el
pequeño orquideario ubicado al fondo de la sala de video, una maravilla bien cuidada y mantenida. El
clima fresco y húmedo permite el desarrollo de semejante espectáculo viviente.
La distribución espacial de las plantas demuestra el buen desempeño y
profesionalidad con que es manejado este curioso jardín, rodeado de
bosques, fuera de los lindes de las
casas.
Visitar La Platica tiene un efecto relajante y tranquilizador, como si se
tratara del efecto embriagador de un té mítico. Ajeno al ruido, los olores y la
dinámica de las ciudades, realmente alcanzamos un estado de descanso y
renovación en este placentero lugar, rodeado de una vegetación verde y frondosa,
altas montañas que logran demorar el amanecer y apresurar la puesta del sol,
el clima fresco con temperaturas agradables y lo más importante, la sencillez y
honestidad de las personas que viven y trabajan en este maravilloso rincón de
nuestra Cuba bella.
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